viernes, 4 de marzo de 2011

tercer y ultimo punto

3. ahora llegáis al final de vuestro decreto, a la aceptación, la acción de sellar la carta en el corazón de Dios, enviada con un sentimiento de compromiso al reino del espíritu, de donde la manifestación tiene que regresar al mundo de la forma material de acuerdo con las infalibles leyes de la alquimia (la química total de Dios) y de la precipitación. 

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